La arrogancia del poder
Maestro y discípulo conversaban en una esquina,
cuando una anciana los abordó:
-¡Apártense de delante de mi escaparate!gritó,
-¡Están estorbando a mis clientes!
El maestro pidió disculpas, y cambió de acera.
Continuaban la conversación,
cuando se les acercó un policía.
-Necesitamos que se aparte de esta acera!
dijo el policía.
-El conde va a pasar por aquí dentro de poco.
-Que el conde pase por el otro lado de la calle,
respondió el maestro, sin moverse de su sitio.
Después se giró a su discípulo:
-No lo olvides: no seas nunca arrogante,
con los humildes, ni humilde con los arrogantes.
La arrogancia de la envidia
En el desierto de Siria, decía Satanás a sus discípulos:
-el ser humano, siempre está más preocupado, por desear el mal,
a los otros que en hacerse el bien a sí mismo.
Y para probar lo que decía, decidió tentar a dos hombres
que descansaban allí cerca.
-He venido para hacer realidad tus deseos, le dijo a uno de ellos.
Puedes pedir lo que quieras, que te será dado.
Tu amigo recibirá lo mismo que tú, pero el doble.
El hombre permaneció largo tiempo en silencio.
Finalmente, dijo:
-Mi amigo está contento, porque obtendrá el doble que yo,
sea cual sea mi deseo.
Pero he conseguido prepararle una trampa:
mi deseo es que me dejes ciego de un ojo.
Paulo Coelho